A 164 km de Buenos Aires, se encuentra la ciudad de San Pedro, que tiene varios lugares para que los turistas visiten que hacen que tenga su sello único. Así sus balnearios, el Club Náutico, La Campiña de Mónica y César, entre otros lugares, son una marca característica de San Pedro y aquel que la visite no puede dejar de ir.
Sin embargo, todo aquel que viaja a San Pedro, no puede irse sin antes probar una ensaimada. La ruta de ensaimada, permite, también, recorrer un camino de historia de inmigrantes.
Los confiteros que preparan cientos de ensaimadas para los sampedrinos y turistas, especialmente los fines de semana, revelaron el secreto de este postre. 
Son seis las posibilidades con la ensaimada como denominador común y cada una con sus particularidades. Los visitantes podrán conocer los infinitos pasos en la elaboración y serán invitados a probarla. Incluso en algunos de los negocios se puede disfrutar una merienda con la ensaimada como comida principal.
Es un manjar de receta milenaria, que cruzó continentes hasta llegar a San Pedro de la mano de los mallorquines. El origen de la palabra ensaimada, proviene de Saïm, en catalán, manteca de cerdo. Llevan dos días de elaboración y se arman a mano una por una. Está formada por dos capas de masa trabajada y la versión clásica es sin relleno, pero muchos la prefieren con crema pastelera o en su versión argentinizada con dulce de leche.
Existen otras múltiples variantes para disfrutar la ensaimada. Lo único que resta es visitar San Pedro y animarse a probarla…
