A pesar de las creencias populares, no todas las personas que padecen miedo a volar pueden mantenerse
lejos de un avión. ¿Lo sabías? Un 30% de personas con aerofobia debe someterse a viajes en avión con
frecuencia. Si ese es tu caso, te damos algunos tips para que puedas enfrentar ese momento y, quizá,
disfrutarlo.
El miedo a volar no es algo raro ni poco frecuente. Muchas de las personas que lo padecen nunca
realizarán un vuelo, pero otras deben enfrentarse a sus temores al menos una vez en la vida.
Aproximadamente un 88% de las personas con miedo a volar, deben realizar algún viaje en avión, y cerca
de un 27% lo hacen de manera regular.
Cuando hablamos de aerofobia, estamos hablando de un miedo irracional, que se asemeja a un trastorno
de ansiedad. La persona siente, en mayor o menor medida, síntomas físicos y emocionales que la hacen
sentir mal, tiene miedo, malestar, incertidumbre, especialmente la primera vez que viaja. Los síntomas
pueden ser muy intesos, con algunos indicadores de fobia.
¿Por qué se produce esto? Una posible respuesta es que las personas «no nacimos para volar”, por lo
menos no de manera natural, y esto genera sentimientos de extrañeza e incomprensión. Nos resulta “raro,
difícil de entender”, y esto genera una respuesta emocional. Algunas personas sienten que se encuentran
en una situación riesgosa.
Consejos para pasar un buen momento arriba del avión
– Aprendé a relajarte y mantener el control
Desde que se sube al avión hasta que se producen los primeros movimientos, muchos pasajeros se
encuentran en un estado de alerta por no saber qué es lo que va a ocurrir. Lo mejor es ponerse cómodo en
el asiento, ajustarse el cinturón e intentar relajarse. No mirar por la ventanilla, ni prestar atención a lo que
ocurre alrededor, solo cerrar los ojos, realizar respiraciones profundas y no pensar. Buscar un
entretenimiento a bordo y olvidarse.
– Informate
Es la mejor arma contra el miedo. Sabé exactamente cómo funcionan las cosas, consultá con la azafata si tenés alguna duda y confiá.
– Mantenerse lejos de las ventanillas.
Para una persona con miedo, nada peor que la tan codiciada ventanilla. Es mejor una ubicación del lado
del pasillo o, mejor aún, en el centro si el avión es de mayor porte.
– Elegir vuelos directos y de día.
Para evitar tener que despegar una y otra vez, o pasar la noche en vela sufriendo por lo que puede ocurrir, es mejor tomar vuelos directos. Si el viaje es largo y tenés que pasar la noche a bordo, de todas maneras es mejor que arranques de día.
– Consultá con tu médico sobre medicación específica
Si el miedo es muy grande, podés consultar con tu médico sobre medicación que ayude a relajarte o, en
vuelos largos, dormir. Está bien que tengas un poco de miedo, pero tampoco tenés que sufrir la
experiencia.