Las Termas de Río Hondo se encuentran en a 74 kilómetros de Santiago del Estero – Capital, a la vera del Río Dulce, sobre una terma mineralizada. Por su inmejorable ubicación sobre la Ruta Nacional 9, se puede acceder a las Termas fácilmente desde distintos puntos, la ruta las une con Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca y Tucumán, y muy cerca están los aeropuertos de Santiago del Estero y San Miguel de Tucumán.
Los primeros pobladores de estas tierras conocían muy bien los poderes curativos de las aguas termales y las llamaban Inti Yacu (agua de sol). Las napas se forman con el agua de lluvia que se acumula en las montañas circundantes. El agua se calienta bajo tierra y adquiere sus propiedades al salir por fallas, nutriéndose de los minerales y sales de las sierras.
Las Termas se encuentran sobre 14 napas de agua termal de excelente valor curativo. Bañarse en estas aguas tiene un gran poder depurativo, permiten mejorar la circulación y reactivar el metabolismo, además, los baños a altas temperaturas tienen un efecto sedante.
Pero no todo es termalismo, además de las actividades de spa, también pueden practicarse deportes. El golf y la pesca deportiva se encuentran entre los más populares. A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra el Dique Frontal y su gran lago artificial de 33 mil hectáreas, allí se pueden practicar deportes náuticos.
También se puede disfrutar de la gastronomía santiagueña. Esta localidad, de fuertes tradiciones, se entremezclan las recetas que llegan de la época colonial con otras de tiempos aún más remotos. Las empanadas santiagueñas aquí se rellenan con carne picada, huevo, aceitunas y pasas de uva. Para darles un toque especial, se cocinan en horno de baño a leña.
El locro, la humita, la mazamorra y los tamales son algunos de los platos característicos de esta zona. En cuanto a las bebidas, podemos degustar el añapa y aloja (producida en base a la algarroba) y vinos frutales caseros. Los alfajores y las colaciones son los dulces típicos.
En la región se conservan tradiciones ancestrales, como la cestería, cuya técnica se pasa a través de las generaciones. En los tres museos locales puede conocerse, a través de fotografías y piezas arqueológicas, la historia y el rico patrimonio cultural de la ciudad.
Durante el año se realizan numerosos eventos y festivales de gran atractivo popular, además de peñas y bailes. La ciudad es mucho más que un excelente centro termal y de spa, y ofrece alternativas para disfrutar con toda la familia.