Mendoza es una provincia con una gran cantidad de atractivos naturales que pueden disfrutarse todo el año. Cada estación, con un clima totalmente distinto, tiñe los paisajes con colores únicos. Así es como en otoño, los colores amarillos y ocres cubren montañas y valles, convirtiendo a la provincia en un lugar de ensueño. Además del trekking y el rafting, dos actividades imperdibles en la provincia, Mendoza ofrece mucho más.
La temperatura en Mendoza en otoño es muy agradable, con noches frescas y días templados, con temperaturas que superan los 15°. Se puede pasear, caminar tranquilamente y realizar excursiones sin pasar frío, basta con un abrigo liviano.
En época estival las temperaturas pueden superar fácilmente los 30°, mientras que en invierno ronda los 10°, por lo que tanto primavera como otoño son buenos momentos para conocer una de las provincias más lindas del país.
Qué hacer en Mendoza en otoño
La ruta del vino es uno de los principales atractivos, sin lugar a dudas. Se trata de un circuito que permite recorrer la provincia de la mano de las mejores bodegas y viñedos, así el turista puede aprender, conocer historia y degustar productos locales. Además de los vinos, destacan las mermeladas y dulces caseros, aceitunas, aceites y productos de belleza, como las cremas a base de uva.
Algunas bodegas brindan excursiones muy particulares, como la posibilidad de que el visitante haga su propio vino o que participe en las actividades diarias del lugar, como la cosecha o la poda. Para los que buscan relax total, también hay spa del vino.
Las frutas son otro de los productos estrella de la provincia, por lo que a pocos kilómetros de Mendoza Capital el turista puede conocer cultivos de sandía y melones. Una experiencia diferente, que se suma a las ya populares de la zona.
Relax y spa
En el norte de la provincia y próximo a Potrerillos, se encuentran las termas de Cacheuta. Aguas con propiedades curativas, que se ubican en un entorno privilegiado: rodeadas por la Cordillera de los Andes, con picos nevados de fondo. Estas particulares aguas termales provienen del deshielo y bajan hasta grandes profundidades, donde comienzan a elevar su temperatura para finalmente salir. En su paso, las aguas se nutren de los minerales que las vuelven muy especiales. Las piletas de agua termal tienen una temperatura entre 35° y 50°.
Las termas de Los Molles se encuentran a 50 kilómetros de Malargüe y se llega a través de las rutas nacional 40 y provincial 222, por un camino de montaña.
Estos son solo algunos de los mejores atractivos que tiene la provincia, pero… ¿Cuáles son tus favoritos? Contanos qué lugares te gusta más de Mendoza.