En el año 1912, luego de dos años de construcción, el empresario Luis Stoppel, comenzó a vivir en esta importante mansión.
Años más tarde, la propiedad pasó a ser parte de los bienes estatales y allí funcionó el Patronato de Menores hasta el terremoto de 1977, que causó una grieta importante por la que se debió cerrar el lugar.
Mientras funcionaba como Patronato de Menores, varios de los niños padecían importantes delirios psicológicos.
Según se cuenta, allá por el año 1950 un niño llamado Luis fue asesinado.
Aparentemente Luis era uno de los niños con peores conductas y para calmarlo en uno de sus peores días, se le dió fármacos de más, lo cual produjo una sobredosis y posteriormente su muerte.
Mientras los años que la mansión estuvo cerrada, cuentan los lugareños que al pasar por allí, varias noches se escuchaban ruidos, como «crujidos», pasos por las escaleras y voces diferentes en las madrugadas, los cuales podrían ser ocasionados por los fantasmas de los niños que vivieron allí, especialmente el fantasma Luis.
La casona está ubicada en la Avenida Emilio Civit 348 y recién el 28 de marzo de 2018 abrió nuevamente sus puertas luego de una importante remodelación.
Actualmente funciona allí el Museo Carlo Alonso, donde se exhiben obras de arte de diferentes artistas.