El ecoturismo es una forma de viajar en crecimiento que busca conectar a los viajeros con la naturaleza de manera responsable. Más que unas simples vacaciones, es un enfoque sostenible donde tanto visitantes como anfitriones trabajan juntos para minimizar el impacto ambiental y preservar los entornos naturales.
Nuestro paso por cualquier atractivo natural genera un impacto que puede ser irreversible. Por eso, el objetivo de los ecoturistas no solo es acercarse a la naturaleza, sino también cuidar el ambiente para que otras personas puedan disfrutar de la misma experiencia.
Argentina cuenta con más de treinta parques naturales y áreas protegidas que cuentan con una fuerte reglamentación para cuidar el ambiente.
Uno de los ejemplos más notorios del turismo ecológico lo constituye la pequeña localidad de La Cumbrecita, en Córdoba, que cuenta con a penas 850 habitantes (incluyendo a la población rural). La particularidad de la bella aldea es que se trata de un pueblo peatonal, los vehículos no pueden ingresar y deben mantenerse en una playa de estacionamiento que se ubica a la entrada. Así se eliminan numerosos focos de contaminación, especialmente durante la temporada alta que la afluencia turística es mucha. Las cabañas y alojamientos de la zona reciben muy amablemente a los visitantes y allí se puede aprender un poco más sobre esta aldea alemana.
En la provincia de Santa Cruz, el pequeño pueblito de El Chaltén también es una joya ecoturística. Ubicada al pie del cerro homónimo (también conocido como Fitz Roy) y dentro del Parque Nacional Los Glaciares, los visitantes que llegan al pueblo deben asistir a una pequeña charla con el guardaparques local donde se les cuenta la historia del lugar y se les informa sobre cómo manejarse dentro del parque. Pasar unas vacaciones en las cabañas de El Chaltén es una experiencia única e inolvidable.
Pero aún en las localidades más grandes, cuidar el medioambiente es importante. El ecoturismo no intenta evitar el turismo sino hacernos más conscientes de lo que tenemos que hacer para preservar nuestro mundo. Y eso no solo debemos considerarlo en las vacaciones, es lindo que al volver a casa, recordemos todo lo que hemos aprendido en el viaje.
