La crecida de los ríos Paraná e Iguazú que ocasionó el cierre de una de las pasarelas del Parque Nacional Iguazú, no son un obstáculo para visitar las Cataratas. El Ministerio de Turismo de la provincia invitó a los turistas a conocer el Parque en estas inusuales condiciones.
Para el turismo, la crecida de los ríos puede ser una oportunidad de observar a la naturaleza en su estado más salvaje. Las aguas que se tiñen de rojo destacan en medio de la gran selva misionera y ofrecen un espectáculo único.
La gran cantidad de lluvias que llevó a la mayor creciente del Iguazú y sus afluentes en los últimos quince años, mantiene en vilo al Litoral argentino. Aún así, los circuitos del Parque Nacional Iguazú se encuentran abiertos. Solo permanece cerrado el que lleva a Garganta del Diablo y el cruce a la isla San Martín, ya que cinco tramos de esta pasarela fueron arrasados por el río. En Misiones, el agua está bajando, aunque aún no se pueden medir los daños totales ocasionados por la crecida.
El Parque, que fue declarado como una de las Siete Maravillas Naturales del Mundo, cuenta con 275 saltos, muchos de ellos se ubican en la zona cerrada pero pueden observarse desde otras pasarelas y los miradores. Todos los saltos y caídas de agua se muestran en todo su esplendor.