Salta tiene colores y aromas que tientan, que nos invitan a vivir una experiencia retrocediendo en el tiempo y conociendo más de cerca cómo fue la fusión de las culturas locales y la hispánica. Sus comidas, sus artesanías, sus paisajes y, por sobre todo, la calidez de su gente, son sus atractivos indiscutidos.

Partiendo desde Salta, a solo 12 minutos por autopista, nos encontramos con San Lorenzo, enclavada al pie de la precordillera. Si buscás descanso y cercanía con todos los servicios de la ciudad, es el lugar ideal.

Pero continuando nuestro recorrido por la ruta provincial 33 nos dirigimos a otra de las favoritas de la región: Cachi. En poco más de 160 kilómetros de camino de montaña, con vistas fantásticas como las de la Cuesta del Obispo, se puede obtener una postal maravillosa de lo que son los Valles Calchaquíes. Pero cuidado, no es un paisaje para cualquiera. La altura puede jugar una mala pasada a más de un desprevenido.
La Piedra del Molino es el punto más alto de la Cuesta del Obispo, este camino corto pero vertiginoso. Con 3348 msnm, es el punto panorámico por excelencia.

Sobre esta ruta provincial encontramos el Parque Nacional Los Cardones, que preserva a una especie de cáctus propia de la zona y permite conocer más a fondo el ambiente de las sieras secas. Para los amantes de la historia, en el camino a Cachi, sobre la ruta 40, se encuentra Payogasta, un pueblito donde las tradiciones y los valores se resguardan.

A 12 kilómetros de Cachi, se ubican las ruinas precolombinas de La Paya, un lugar que dicen es protegido por fantasmas. Fue capital de Chicoana, provincia incaica, y el centro estratégico de los consquistadores para dominar la region. Lo que hoy es un parque arqueológico, fue hogar de entre 300 y 800 personas. Actualmente se pueden apreciar las ruinas de este conjunto de viviendas, conocidas como la “Casa Morada”, murallas de circunvalación, recintos rectanguladas y tumbas.

Después de esta travesía que en tiempos antiguos supo durar hasta tres días, se llega a Cachi, un pueblito de montaña ubicado a los pies del Nevado de Cachi que nos traerá recuerdos de otros tiempos. Con menos de 3000 habitantes, es cabecera del departamento homónimo y uno de los grandes atractivos para los turistas. Está rodeada por montañas de más de 5000 metros que invitan a la práctica del senderismo y montañismo. Pero lo que llama la atención es esa sensación de pueblo detenido en el tiempo, con casitas de adobe, construcciones de la época hispánica, y olorers y sabores que mezclan y unen culturas.