Para los que van a Bariloche y no se animan con los esquíes, hay otras opciones. Además del ya famoso culipatín que entusiasma a los más chicos, un nuevo deporte invernal se convirtió en una de las actividades favoritas de los turistas.
Se trata del snowscoot, una actividad que es muy popular en otros países y llegó hace muy poco a Argentina. Si querés recorrer la nieve y aprender una actividad divertida, esta es una excelente opción. Son dos tablas de madera, un manubrio y una estructura de aluminio, que permite deslizarse por la nieve de manera segura.
El snowscoot puede ser practicado a partir de los 12 años por razones de seguridad. Es muy fácil de aprender y muy divertido para los que no quieren perderse la nieve y no esquían. Es liviano y estable.
Con un peso que ronda los 8 kilos, es práctico para transportar en busca de los mejores lugares para deslizarse. Los pies pueden moverse fácilmente (a diferencia de los esquíes), lo que lo vuelve más seguro en caso de caídas y además, permite a los deportistas más experimentados practicar algunas piruetas.
Este deporte de invierno ya es conocido y muy elegido en Europa y Estados Unidos, y recién esta temporada de invierno comenzó a practicarse en el Cerro Catedral. Generó gran aceptación entre los turistas porque muchos creen que al no animarse con los esquíes, no podrán realizar ningún deporte de nieve, pero ahora hay una nueva e interesante alternativa.
El snowscoot nació en la década de los ’90 en Europa y comenzó a extenderse por los principales centros de esquí. Competiciones y un mundial de este deporte la pusieron en el mapa de las disciplinas de invierno. Posteriormente llegó a Chile y ahora, a nuestro país.
La actividad cuesta alrededor de $800. Consiste en una clase de dos horas, donde se enseña cómo moverse con el snowscoot y luego hay tiempo para deslizarse. A pesar de que se esperaba mucho público juvenil y adolescente, los más grandes también se suman a la adrenalina y la diversión.
¿Ya probaste el snowscoot? ¿Te animás?